Tordesillas, 1553 – Valladolid, 1625
Su nombre completo era Francisco Gómez de Sandoval y Rojas.
Tenía origen noble, sus padres eran don Francisco de Sandoval, marqués de Denia y doña Isabel de Borja, hija del duque de Gandía.
Su educación la recibió en la corte de Felipe II, donde logró ejercer una gran influencia sobre el heredero de la corona, el futuro Felipe III. En 1598, tras acceder éste al trono, logró hacerse con la dirección de todos los asuntos de estado, dando comienzo la tradición de los validos en España.
Alejó a sus contrarios de la Corte, para que no se enfrentaran a él y consolidó su poder rodeándose de gente de su confianza, como familiares y allegados.
Felipe III le concedió el título de duque de Lerma en el año 1599, entrando así en la categoría de Grande de España.
Trasladó la Corte de Madrid a Valladolid desde el año 1601 hasta el 1606, con el fin de alejar al rey de la influencia de su tía María, y ampliar su patrimonio al especular con propiedades.
Como consecuencia de la falta de recursos financieros por la que atravesaba el país y la debilidad del ejército español, impuso una política pacifista. Se firmaron acuerdos de paz con Inglaterra tras la muerte de Isabel I, con Holanda concediendo a las Provincias Unidas la tregua de los Doce Años, y se ratificó la paz firmada con Francia concertando los matrimonios de los hijos de Felipe III con Luis XIII y su hermana.
Entre 1609 y 1611 ordenó la expulsión de los moriscos, que eran en su mayoría trabajadores, contribuyendo a la falta de mano de obra y a los recortes en la recaudación de impuestos.
El creciente descontento que suscitaba en la Corte, facilitó que su hijo, el duque de Uceda, conspirara contra él con el propósito de sustituirle.
Viendo su decadencia y temiendo ser procesado, en 1618 se hizo nombrar cardenal. Retirado de la vida pública, el todopoderoso duque de Lerma, fallecía en 1625.